La ingeniería de plataformas permite incrementar la productividad, el nivel de escalabilidad, la agilidad y la integración en el desarrollo de software. Todo esto contribuye a bajar costos.
Imagen de freepik
HTECH.- El desarrollo de software requiere cada vez más velocidad, precisión y calidad. Ante este escenario, la ingeniería de plataformas emerge como una metodología para optimizar los procesos y potenciar la innovación, debido a que promueve la estandarización y la reutilización de componentes probados para que, en lugar de estar resolviendo muchas veces el mismo problema o problemas similares, los equipos se concentren en tareas de mayor valor e impacto.
Pero ¿cómo funciona? Con una plataforma interna para desarrolladores (IDP, por sus siglas en inglés) se selecciona un conjunto personalizado de herramientas y procesos que se adaptan a las necesidades específicas de cada empresa, mediante funciones de autoservicio e infraestructuras automatizadas que facilitan el trabajo, explica Red Hat.
Debido a estas características, el uso de la ingeniería de plataformas irá en aumento en los próximos años. De acuerdo con Gartner, en 2026 el 80 % de las grandes organizaciones de ingeniería de software establecerán equipos de ingeniería de plataformas como proveedores internos de servicios, componentes y herramientas reutilizables para la entrega de aplicaciones. De este modo, se resolverá el problema central de la cooperación entre desarrolladores de software y operadores.
Esta disciplina, creada a partir de los principios de DevOps, permite a las empresas desarrollar soluciones sólidas, poderosas y flexibles, capaces de hacer frente, de manera sostenible en el tiempo, a las necesidades del mercado cambiante en el que vivimos y así posicionarse un paso adelante de su competencia.
Como podemos ver, los beneficios de la ingeniería de plataforma son muchos. A continuación, mostramos una selección de los más relevantes:
Las plataformas internas aceleran el desarrollo al automatizar procesos y ofrecer infraestructura de autoservicio. Cuando una función está lista, el equipo puede crear un entorno de prueba automático y enviar la función a los clientes en producción mientras se trabaja en la siguiente tarea, lo que reduce el tiempo de comercialización.
Los despliegues de autoservicio para infraestructura y aplicaciones eliminan la complejidad de los procesos, pues se automatiza el ciclo de DevOps completo, hecho que aumenta la productividad y disminuye la carga a los desarrolladores.
Garantiza que la cadena de herramientas se desarrolle en conjunto, lo que evita tener que estar haciendo ajustes en los flujos de trabajo, los cuales pueden estar mal documentados y ser difíciles de mantener.
Permite gestionar cargas de trabajo y tráfico crecientes. Así, es posible escalar las aplicaciones y los servicios mediante tecnologías de orquestación y contenedorización, las cuales automatizan: el despliegue y la gestión de aplicaciones en contenedores, las reglas de autoescalado para gestionar recursos y el equilibrio de carga para distribuir el tráfico de red pesado, entre otros.
Contribuye a generar ahorros económicos sustanciales, debido a que reduce la duplicación de cargas de trabajo y la carga de trabajo innecesaria de los desarrolladores de aplicaciones.
Proporciona a los desarrolladores un conjunto estandarizado de herramientas y servicios, hecho que evita que tengan que buscarlas por su cuenta, lo que reduce el riesgo de cometer errores.
Cuenta con herramientas automatizadas de escaneo de seguridad integradas en el proceso de integración y entrega continua (CI/CD). Esto permite detectar vulnerabilidades en una fase más temprana del ciclo de vida de desarrollo de sistemas (SDLC). De igual modo, tiene verificaciones de cumplimiento automatizadas para cerciorarse de que la infraestructura y las aplicaciones cumplan con las regulaciones de la industria y las políticas de seguridad internas.
Mientras el equipo de la plataforma se centra en la infraestructura, los equipos de las aplicaciones pueden centrarse en ofrecer valor al cliente.
Facilita que los nuevos elementos se incorporen de manera más rápida al equipo y comiencen a ser productivos.
Permite crear un marco dentro del que los desarrolladores pueden establecer y hacer cumplir políticas, procedimientos y controles en torno al desarrollo de software, como configuraciones estandarizadas, principios de infraestructura como código (IaC), controles y permisos de acceso, registro de cambios, acciones dentro de una plataforma e implementación de controles presupuestarios, entre otros.
Como podemos ver, la ingeniería de plataformas es una metodología fundamental para dar productos de alto valor a los clientes, los cuales destaquen por su calidad, escalabilidad, eficiencia, costo y nivel de innovación.