POR SERGIO VEGA, SUPPORT - CERT
Un monitoreo proactivo ayuda a centrarse en anticipar y prevenir problemas antes de que ocurran, así como a implementar herramientas y estrategias para detectar anomalías o posibles puntos débiles en los sistemas que causen impactos significativos.

Con el paso del tiempo, la tecnología ha ido avanzando a una escala exponencial y las aplicaciones y sistemas que se desarrollan son cada vez más complejos. Por lo tanto, los equipos de monitoreo o de respuesta a incidentes deben mantenerse innovando para asegurar que cada componente de la tecnología desarrollada se mantenga funcionando de manera óptima.

Un equipo de monitoreo se ayuda de diferentes herramientas y estrategias para supervisar, gestionar y controlar sistemas, redes, servicios o infraestructura, las cuales varían de acuerdo con las necesidades, el tamaño y la complejidad de la organización. Además, hay que mencionar que este staff se especializa en cuatro procesos:

  1. Monitoreo en tiempo real.
  2. Resolución de problemas.
  3. Implementación de herramientas de monitoreo.
  4. Prevención, reacción y documentación de incidencias.

¿Cómo realizar un monitoreo proactivo?

Analizando la complejidad de las nuevas tecnologías, el equipo de monitoreo debe empezar a innovar con la implementación de un monitoreo proactivo en lugar de un monitoreo tradicional.

Un monitoreo proactivo consiste en el seguimiento constante de los sistemas de información, mediante la implementación de herramientas y estrategias para detectar anomalías, analizar información, identificar posibles vulnerabilidades en los componentes de los sistemas informáticos y gestionar las incidencias que lleguen a surgir. El objetivo principal es anticipar y prevenir los fallos antes de que causen un impacto significativo, mediante cinco estrategias clave:

  1. Detección temprana de problemas: con ayuda de herramientas de monitoreo se recopilan y analizan datos en tiempo real, para así identificar comportamientos anormales o errores en servicios antes de que generen una afectación a gran escala.
  2. Análisis predictivo: el monitoreo proactivo utiliza técnicas de análisis predictivo para identificar patrones y tendencias que podrían señalar potenciales fallos.
  3. Alertas y notificaciones: las herramientas de monitoreo proactivo están configuradas para enviar alertas y notificaciones usando distintos medios como correos, SMS o plataformas de comunicación cuando se detecta un comportamiento anormal o se superan umbrales considerados normales dentro del funcionando de los sistemas informáticos de la empresa, lo que permite a los responsables del sistema tomar medidas correctivas de manera oportuna.
  4. Automatización de acciones correctivas: el monitoreo proactivo puede estar vinculado a sistemas de automatización que pueden tomar acciones correctivas de forma automática como, por ejemplo, el cambio de proveedores de respaldo en una falla de red.
  5. Mejora continua: el monitoreo proactivo no se detiene con lo que ya está implementado, se enfoca en continuar mejorando con los datos recopilados, ajustando métricas, procesos y sistemas, para obtener un mayor rendimiento de los sistemas informáticos de la empresa.

¿Dónde utilizar el monitoreo proactivo?

El monitoreo proactivo es recomendable en entornos donde la disponibilidad y la fiabilidad son críticos, como en infraestructuras de TI, servicios en línea, pasarelas de pagos, sistemas empresariales, telecomunicaciones, etc.

Algunos ejemplos de dónde se implementa el monitoreo proactivo son:

  • Monitoreo de infraestructura de TI: en análisis de tráfico de datos, saturaciones de red, medidas para optimizar el rendimiento de la red (redundancia, balanceadores de carga, calidad de servicio), monitorización de rendimiento de servidores (CPU, memoria, almacenamiento).
  • Monitoreo de seguridad informática: en el despliegue de un centro de operaciones de seguridad para el monitoreo de amenazas, intrusiones y análisis de eventos para detectar anomalías.
  • Monitoreo de aplicaciones y servicios en la nube: en servicios de monitoreo propios del proveedor de nube (AWS, Azure, Google Cloud) o externos y para analizar el rendimiento y la disponibilidad de la infraestructura alojada en la nube.
  • Monitoreo de logs: en la implementación de sistemas de gestión de logs para monitorear eventos en los sistemas y aplicaciones, así como para analizar patrones de comportamiento anormales o actividades sospechosas que comprometan la seguridad.
  • Monitoreo de backups (respaldos) y almacenamiento: en generar alertas en caso de fallos en los procesos de respaldo o en problemas de almacenamiento que afecten la integridad de los datos.

Como conclusión, el monitoreo proactivo es una gran implementación que cualquier equipo de monitoreo debería considerar debido a todas las ventajas que ofrece y a los resultados que se pueden obtener.

La tecnología seguirá creciendo e innovando. Por lo tanto, debemos seguirle el ritmo en las actividades de monitoreo, implementando mejores herramientas y estrategias que garanticen el funcionamiento de los sistemas y aplicaciones informáticos de la empresa.