Recomendaciones y retos para transitar de front a backend
Aprender los conceptos básicos, adaptar lo aprendido y, sobre todo, no frustrarte, te facilitará ir de backend a frontend de manera más fácil.
Aprender los conceptos básicos, adaptar lo aprendido y, sobre todo, no frustrarte, te facilitará ir de backend a frontend de manera más fácil.
POR JOSE CAN / BACKEND DEVELOPER
En mis años de juventud (oigan al viejo), cuando asistía a la escuela de ingeniería, lo primero que me llamó la atención fue la programación. Mis primeras andanzas por este mundo fueron los algoritmos, que son secuencias de pasos para hacer determinada tarea o, en nuestro contexto, el proceso de decir a la computadora qué debe hacer y cómo lo debe hacer.
Mi travesía comenzó con programas para escritorio: básicamente los cotidianos que conocemos, como Chrome y las utilidades de Microsoft Office, entre otros. Así, desarrollé herramientas programadas que podían cumplir cierta tarea, por ejemplo, tomar el peso y la altura para obtener el Índice de Masa Corporal (IMC).
Después me enteré de la existencia de un entorno un poco diferente, donde lo que se creaba podría ejecutarse en cualquier navegador: el mundo web, el cual alberga miles de sistemas que nacen como una idea y se materializan para llegar a los usuarios, facilitando procesos y tareas concretas, como sacar una cita o conectarnos con otras personas.
En lenguaje humano, el frontend es lo primero con lo que nos topamos al ingresar en una página web. Desde el diseño, con sus colores, hasta el comportamiento que surge al dar clic en un botón que se encuentra en la página. Detrás de escena, hay tres tecnologías principales que dan forma, color y funcionalidad a nuestra idea:
Un dato interesante, y que debemos tener muy en cuenta, es que todo lo visible en la página es accesible y modificable desde el navegador, aunque quizás no con mucha facilidad, hablando de la parte programable (JS), porque algunas herramientas nos ayudan a “esconder” cómo se da cierta funcionalidad, pero al final de cuentas es código accesible.
Por este tema de seguridad no podemos tener datos sensibles del lado del navegador, debido a que no es recomendable tener bases de datos con información que podría comprometer seguridad e integridad de datos del sistema. Y es aquí donde entra el servidor (el lado oscuro, backend), el cual se encarga de recibir, procesar, abrir/cerrar conexiones y devolver una respuesta.
Existe una gran variedad de lenguajes de programación que se utilizan para este lado, entre los más conocidos podría listarse C#, PHP, Python, Go, Java, entre otros. Esto, sin contar con la parte de infraestructura que podamos tener, que al final nos da un poco de seguridad adicional, todo, en completa armonía para un fin, materializar una idea y hacerlo visible.
Por un tiempo estuve trabajando en backend y frontend al mismo tiempo. Esto me ha ayudado a comprender cómo funcionan, desde los servicios de infraestructura, hasta la parte visual. Aquí te comparto algunos consejos.
Sobre todo, sigue aprendiendo, pues cada paso te acerca a ser un gran desarrollador.